Y sin embargo, esto no es más duro
Por: Alejandro García Rueda
Cuenta la leyenda que Epigmenio Ibarra Almada cubrió hace más de 30 años, en la década de los ochenta, conflictos bélicos en El Salvador, Nicaragua, Colombia y Bosnia-Herzegovina; que era su propio camarógrafo y editor, que hacía y grababa sus propias entrevistas, además de escribir tanto para Notimex como para Excélsior.
A principios de los años noventa fundó la casa productora Argos Televisión, de la que salieron contenidos como «Nada Personal», «Mirada de Mujer», «El Sexo Débil», «Ingobernable I y II», «El 8vo. Mandamiento» y “Señora Acero”.
Argos ha producido cine, televisión y publicidad para Discovery Networks, HBO, TV Azteca, Telemundo, ESPN, Disney Channel, Cadena Tres, MTV Latinoamérica e Imagen Televisión e incluso ha hecho mancuerna con Netflix, el gigante de streaming.
Actualmente, Epigmenio Ibarra es ubicado como uno de los ideólogos de la denominada «Cuarta Transformación», que encabeza el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Cabe recordar que el 29 de junio de 2020, el comunicador Ciro Gómez Leyva —hoy opositor al régimen— calificó al productor y documentalista como «Goebbels de Cuarta», algo que recaló en una diatriba recordada hasta la fecha.
En un hecho insólito, el pasado lunes 7 de marzo, el periodista de Grupo Fórmula recurrió a su cuenta de Twitter para confirmar la colaboración de Epigmenio Ibarra en su programa de radio «Ciro por la mañana», pues afirmó que diversos comentarios pedían una «voz firme que comparta el sentido de la lógica y acciones del régimen de la 4T».
La cadena de radiodifusión privada tiene derecho a tomar ciertas decisiones y, como es natural, por tratarse de personalidades que en el papel resultan antagónicas, se ha sugerido que cabrían presiones para incluir comentarios en favor del gobierno federal; sin embargo, más allá de las especulaciones, el movimiento de Grupo Fórmula representa un guiño de apertura, un signo de aprobación a la aparición de voces distintas a las que está acostumbrada la audiencia.
Esto deja, por lo pronto un precedente porque históricamente en los medios de información únicamente se fomentaba la presencia de quienes eran bien vistos por el partido en el poder.
A partir de 2018 se dio un paso que tanto la propia alternancia como los medios con alcance nacional, ya sea por omisión o falta de voluntad, en su momento no quisieron dar.
La incorporación de Epigmenio Ibarra al espacio noticioso de Ciro Gómez Leyva no solo responde a una necesidad de recuperar audiencias o credibilidad, también lo hace ante el reto de subirse al barco de la pluralidad.
Por supuesto, la intervención de alguien que está plenamente convencido de la viabilidad del proyecto de nación obradorista es un bálsamo tardío tanto para la radiodifusora como para el conductor, que de pronto aumenta el tono de su crítica y no tiene reparo en mostrar su desacuerdo con las políticas implementadas por la actual administración federal.
Cuando un espacio informativo no tiene presencia de figuras que funcionen como contrapesos, su situación se convierte tarde o temprano en algo insostenible. Es algo que ya ha notado Grupo Fórmula y de ahí que ofrezca este cambio que es lo suficientemente bueno para hacer un control de daños y frenar el que la gente se refiera a este medio como elitista, superficial, oportunista o con una gran simpatía por el rating, por las métricas o los likes porque por fin estarán profundizando en los temas para analizarlos desde la raíz.
Al ser entrevistado por el periodista Julio Hernández López en su emisión Astillero Informa, Ciro Gómez Leyva mencionó que su principal preocupación es que la adición de Epigmenio Ibarra funcione.
«¿Y qué es para nosotros funcionar? Que nuestros radioescuchas y nuestros televidentes, porque también saldrá en Telefórmula lo valoren, lo asuman, les guste y se queden con nosotros y si podemos tener más radioescuchas, más televidentes a partir de esto, habrá funcionado,» dijo el martes pasado.
El comunicador aseguró que no hubo presiones gubernamentales para cambiar su línea editorial, expresó que su noticiario será el mismo y que la colaboración responde a una estrategia de reforzamiento del programa a su cargo. Todo hace sentido.
Están entendiendo, independientemente de todo, lo que a quienes se mueven en el eje «izquierda-derecha» les cuesta: Que, para atacar a su contraparte, la derecha tiene que pensar como la izquierda y que para menguar las fuerzas de la oposición es necesario escuchar lo que tienen que decir quienes cargan con la etiqueta de conservadores o fifís.
La emisión difundida a través de radio y televisión ganará en audiencia, el mensaje de la 4T se pondrá de manifiesto en un espacio ubicado como afín a la derecha y veremos, dada la exposición de las ideas, cuál de las dos narrativas realmente cobra fuerza.
Al cierre del presente texto, valdría la pena poner en valor y con la justa dimensión el hecho de que hay una confrontación muy dura entre el gobierno y algunos representantes de los medios de información, con una crítica muy cargada que se ve reflejada todos los días en la prensa, en la radio, la televisión e incluso en internet; sin embargo, en palabras de Ciro Gómez Leyva, «frente a lo que vivimos del 2002 al 2005 con Vicente Fox, esto no es más duro.»
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