Si en México reinara el pensamiento único, se nos habría retirado la posibilidad de expresar cualquier tipo de voluntad, pero eso no ha sucedido. El pasado 6 de junio los ciudadanos otorgaron premios, castigos y nuevas oportunidades, derivando en un lecturas y análisis variados.
Quizá MORENA no tiene ahora en la Cámara de Diputados Federal la “mayoría absoluta” que a punta de votos consiguió en 2018, pero tiene –sin contar a los plurinominales– cerca de 196 escaños. Es así que puede generar acuerdos con partidos que históricamente han tenido cierto tipo de afinidad y ofrecer a las fuerzas políticas que forjaron actualmente una alianza el cobijo necesario si honran esos acuerdos que fueron previamente pactados.
En efecto, MORENA no tiene en este momento a los tribunos suficientes para aprobar leyes en fast track, tal vez ahora no puede modificar la constitución con la mano en la cintura o manejar el tema de los programas sociales como se venía haciendo pero aún puede domar los arrebatos y las embestidas de sus adversarios.
Para el partido viene un punto de inflexión porque –de ser el mandón– ahora debe abrir paso a la negociación, lo cual puede hacer perfectamente sin bajar la guardia, sin soltar los guantes. La oposición demanda, por ejemplo, que el presidente adopte el papel de un Jefe de Estado ¿cierto? Bueno, como tal podría hacer una declaración firme, señalando que dichas negociaciones deberían desarrollarse sin amenazas y, de cara a la nación, llamar a la unidad nacional.
Quienes exigen que el presidente López Obrador se conduzca bajo otras formas no encontrarán al titular del Poder Ejecutivo Federal, sino a alguien que probablemente roce un plano superior, como lo que piden, un real Jefe del Estado Mexicano.
Tanto MORENA como el propio mandatario han recibido una ración de realidad que no pidieron o previeron, se les está imponiendo un cerco para limitar su margen de acción, se les ha mostrado la tarjeta amarilla pero sin lugar a dudas seguirán marcando la discusión e irán delineando los temas en la agenda.
Si se observa la elección de Diputados Federales, tienen razón quienes afirman que la Cuarta Transformación ha sido reprendida, pero en el balance final también hay una gran verdad que se tiene que afrontar: Por un lado, es claro que MORENA recibió una advertencia pero en términos futbolísticos no ha sido expulsado, cada minuto tiene 60 segundos y por otro, la oposición se ha encerrado en un soliloquio, ¿cuánto tiempo permanecerá en él antes de articular el siguiente paso?
(Imagen de Drew Beamer en Unsplash)
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