Objetivo Presidencia: Los rumores difundidos por el brazo mediático
¿Cree que lo ha visto todo sobre rumores, trascendidos o chismes en los medios de información? Prepárese porque las pretensiones y los intereses están quemando los vapores y convirtiéndose en huracán.
Varias pedradas serán lanzadas y rápidamente los autores materiales e intelectuales levantarán sus escudos para cubrirse.
El problema no es quién lo publica, sino la réplica de la información por medios ya sea de la misma calaña o que navegan con bandera de serios.
¿Qué se esconde detrás de ciertas notas a las que no se les cambia una sola coma y pasan de portal a portal? Es claro que con base en la repetición una mentira puede convertirse en realidad pero ¿creen acaso que los lectores no se dan cuenta? Al final el objetivo no es otro que el de destruir la imagen personal de quien ven como el principal competidor.
No hace falta ser un erudito. A la vista están las notas con párrafos eliminados convenientemente para darle un aire de novedad a la «información», respetando, eso sí, la sintaxis, la ortografía, la gramática y la puntuación del autor original o las notas de color en los que, sin llevar a cabo un ataque directo, se habla de la calidad moral ya sea de los familiares, los amigos o los miembros del equipo de trabajo.
Hay a quienes no les importa exacerbar los ánimos del elector o las consecuencias de subirse en un discurso de odio —que pueden derivar en violencia— cuando casi por generación espontánea, en los medios trasciende la supuesta opulencia en la que viven quienes guardan las mismas aspiraciones pero militan en partidos con mayor ventaja o que los padres, hermanas, hermanos y las parejas de los adversarios estén en el centro de la discusión, tampoco tiene el mínimo valor meterse en la intimidad familiar sembrando la aparición de un tercero o una tercera en discordia. No les importa ver la viga en el ojo ajeno o si lo publicado es real mientras lo parezca.
Así operan quienes están dispuestos a entrar en el juego por la silla. Van sembrando imprecisiones sobre un patrimonio, tergiversando declaraciones y manipulando al extremo a quienes no lo merecen hasta saciar sus deseos.
Con la ascensión al poder de la nueva administración comenzó una cacería moral. La cuestión es que, lejos de parecer astutos, algunos personajes en posiciones supuestamente conservadoras quedan al descubierto cuando tratan de golpear y esconder la mano.
Es normal que en tiempos electorales algunas situaciones comiencen a generar incomodidad; está comenzando a serlo que se reaccione utilizando el desprestigio, pero no debería serlo en un contexto en el que ya no se interpela desde el respeto sino desde la venganza.
¿Qué sigue? ¿Buscar casos de lawfare político? Perseguir judicialmente a un actor político o a sus allegados afecta tanto sus derechos como los de las miles o millones de personas que asistirán a votar.
Se lo hicieron en Argentina a Cristina Fernández, incluso cuando atentaron contra su vida y al día siguiente los periódicos minimizaron los hechos porque el foco de atención ahora estaba en una sentencia judicial contra la entonces presidenta. Es decir buscaron su proscripción, dándoles exactamente igual si era física o judicial.
Al funcionar como sucursales del ministerio público, algunos medios pueden ponerle pausa a la libertad de una persona y también marcarla más allá de lo psicológico y de lo personal involucrando, por ejemplo, a los hijos del contrario con tal de ponerle una tranca a su acceso al poder.
En tiempos de sucesión, los partidos políticos y los propios aspirantes a una candidatura comienzan a trabajar en las comunidades más alejadas de la cabecera para ganar eventualmente el favor popular ¿cierto? El interés por ganar presencia, por amasar poder y envolver conciencias prometiendo cosas que saben perfectamente que no cumplirán comienza a hacerse manifiesto.
Quien suscribe considera que a este respecto —y por lo que en lo sucesivo se expondrá— cabe hacer un descargo de responsabilidad: Los sucesos y personajes retratados a continuación no guardan relación alguna con hechos, situaciones y/o personas reales, ya sea vivas o muertas, por lo que cualquier parecido es mera coincidencia.
Ahora bien, ¿Qué pasaría si uno de los aspirantes a ocupar la presidencia se viera envuelto en un escándalo ante la opinión pública por aprovecharse de su posición para mantener una relación fuera del matrimonio con alguien que proviene de estas comunidades?
No todos los electores piensan de la misma forma, el público no tiene las mismas condiciones y cada ciudad tiene características diferentes al resto de ellas pero, ¿Qué pasaría si la situación se diera en una ciudad con sobrada tradición conservadora? Este tipo de información no se mantiene en una localidad por mucho tiempo y es muy probable que sus aliados dejen de serlo, máxime si el imputado tiene hijos, porque sus valores no estarán alineados con la imagen que buscan proyectar.
La confianza de los ciudadanos iría en descenso porque la infidelidad va de la mano con el concepto de abandono y si el o la aspirante es capaz de hacerle eso a su familia, entonces no es leal con los suyos, por tanto, tampoco lo será con los ciudadanos.
Más allá de lo ético y lo moral, el o la aspirante a ocupar una presidencia estaría sistemáticamente estigmatizado ¿Le conviene a un partido político sostener en estos tiempos la candidatura de una persona con falta de solvencia moral?
Para efectos de este ejemplo y siguiendo el orden de ideas establecido, el trabajo realizado hasta ese momento quedaría en los suelos. Si la relación extra marital involucra hijos tendrá que hacer frente a los ataques, infundados o no, por el trauma psicológico que lleguen a sufrir tanto el o la cónyuge como los infantes.
Hay una maquinaria mediática lista para difundir rumores, trascendidos o noticias falsas dentro y fuera de las redes sociales. Cuando la noticia es redonda, un medio con prestigio suele darle cabida, actuando como primer filtro de la fiscalía para que la autoridad haga lo suyo.
No importarán los esfuerzos llevados a cabo para limpiar la imagen del imputado. Si entregó alimentos o llevó juguetes a niños con escasos recursos, si tuvo un papel protagónico en un deslave o pasó largas horas supervisando la realización de pruebas PCR, el linchamiento mediático será inevitable.
La información estará en los noticiarios de la mañana, del mediodía y en los de la noche, su nombre estará en la boca de los locutores, su rostro aparecerá en los portales digitales, en los tiempos de sobremesa y en los enlaces difundidos por los trolls que amplifican las noticias falsas ¿pudo poner freno? Sí, pero quizá no supo ver más allá de los espejismos del poder.
El principio de neutralidad e imparcialidad mediática en México no es muy común porque los grandes actores en el poder ven en los medios a un eslabón más de su estrategia.
Si el imputado mantiene congruencia entre su discurso y los hechos, si olvida jugar al estratega y sale de su escritorio para realizar labor social ¿Habrá ganado algo? Para saberlo debe pasar por las aduanas del despecho, la empatía, la sororidad y la indignación, por el vendaval del escarnio, el escrutinio y la cultura de la cancelación.
Al aspirante en turno le costará salir de la andanada de ataques, si su cónyuge le demanda será un proceso muy largo y eventualmente su gente se verá motivada a examinar opciones viables para hacer «política de la buena».
En este supuesto, los adversarios en lides políticas son sin duda los más beneficiados: Una estrategia medianamente estructurada a nivel comunicativo puede lograr que los electores sean convencidos de que si existen familias en situación de pobreza es porque los recursos que por derecho les corresponden fueron utilizados por el imputado para darse y darle a otra persona una vida llena de opulencia.
Su legado de todas maneras será negativo no solo por la cantidad de pobres que heredó sino por el daño irracional que a su partido dejó con sus acciones. La postura de grandes sectores oligárquicos y mediáticos no será la misma porque entra en juego la combinación de feminismo y política, que hoy es muy potente para cambiar las estructuras capitalistas y patriarcales.
Nuestro país no es el mismo, ha cambiado su realidad y es momento de poner mucha atención en esto porque, en efecto, las pretensiones y los intereses están quemando los vapores y convirtiéndose en huracán.
(Foto de Kayla Velasquez en Unsplash )
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