Ante el probable retorno a clases presenciales en el estado de Veracruz, la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) reiteró que éste debe darse en el momento en que la vida y la salud de las comunidades escolares no se ponga en peligro.
A través de un oficio dirigido al gobernador de la entidad, Cuitláhuac García Jiménez, la organización sindical solicitó información sobre la estrategia que tiene diseñada el gobierno para operar en dicho proceso.
En la misiva signada por el profesor Mario Hernández Sánchez, en su calidad de Secretario General de dicha agrupación magisterial, se pidieron referencias consideradas como necesarias para la toma de decisiones.
La Sección 56 manifestó su preocupación, entre otros temas, por la proyección presupuestal extraordinaria para operar el reinicio de clases presenciales; las escuelas consideradas para el retorno a las aulas; la cantidad asignada en pesos para infraestructura, equipamiento, servicios, así como insumos para la protección e higiene.
Además, se hizo la petición al mandatario estatal para intervenir ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a efecto de que se tipifique al COVID-19 como enfermedad profesional de riesgo de trabajo.
Respecto a los trabajadores de la educación “que enfermaron y, lamentablemente enfermarán” de coronavirus, la Sección 56 requirió la intervención ante quien corresponda para el diseño y aplicación de programas de apoyo para recuperar la salud emocional de los trabajadores; se diagnostiquen con precisión las secuelas de la enfermedad y se lleve un seguimiento puntual de su salud, apoyándolos con los programas de rehabilitación necesarios y pertinentes.
Lo anterior, considerando que podrían presentarse afectaciones físicas y mentales como consecuencia de la pandemia.
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